MATERIAL AMONTONADO






MATERIAL AMONTONADO





El luminar del sol se apaga de nuevo,
El camino es largo y no hay sosiego
Somos un montón de relojes andando
Crueldad o compasión de lo primoroso
No entiendo lo que hago en este mundo
Solo que debo existir, incomprensible locura
Demoro en mi espacio y los segundos corren sin parar
Los pies pesan de tanto andar
He recorrido parte de mi vida enredada en el tiempo
Me he desviado por tantos caminos siendo quizás inútil
No he llegado a ningún lado sigo como las agujas giran
Sigo sin encontrar el que, como, cuando, porque.
Destino incierto, borrosos segundos y minutos
Aun no consigo saber lo que vine a hacer
Hay tantas flechas opuestas en la vida
Giro en un circulo lleno de tanta nada
No se si tendré tiempo en deplorar mi destino
Pero debo estar segura de continuar sin miedo
Solo soy un reloj con mas de tres agujas
Estoy perdida en el tiempo
Tengo miedo de crecer,
olvidarme de la niña que hay en mi
Estoy perdida, tal vez en un camino sin rumbo
Cuanto más tendré que andar, sin una meta un fin
Tal vez creo estar herrada pero no es así
Tal vez solo cerré mis ojos y me dormí
Quizás el tiempo no corrió se canso de esperar
Quizás despierte y todo vuelva a la normalidad
Tal vez deba dormir para regresar
Entonces si sabré elegir para continuar
Vuelveme roca para ver si siento
Solo un material amontonado al costado del camino
O una semilla en medio de las piedras
En un pedazo de tierra donde pueda renacer
Y en tu jardin olvidado sere
El cristal mas hermoso de las rosas, un material amontonado
ALEJANDRA MOLDES




COMO EXPLICARTE




COMO EXPLICARTE
como explicarte amor que no te puedo perder
es como pedirle a la flor que sus pétalos no deje caer
la lluvia cae en mis días tristes lo ves
en sol sale en señal de esperanza pero se vuelve a perder
la luna oscura se apodera de mis noches
pero el lucero infinito llega a tocar mi piel
fue una caricia, una mirada, una sonrisa
y hoy una ausencia, una tortura, una tristeza
mi alma se siente frágil y no te quiere perder
pero mi corazón esta firme por que te volveré a ver
locura infinita eterna y finita
sentimiento sombrío sereno y torturio
lamento sensible perdido y simas
beso tierno hecho cenizas
desde lo mas adentro, de mis adentros
desde lo mas oscuro, de mis tormento
aun tiemblo con mis ojos perdidos sin remedio
con la ironía del tiempo curando perdidas heridas
esta sumisa y templaría agonía
que se vuelve oro al escuchar tu sonrisa
y en el susurro perdido de mi silencio
camino pesado, pasado y pausado
el tiempo recorre pero no responde
los giros que encierra el tranquilo destino
atrapado en el cuerpo del cielo y el infierno
como explicarte que no te puedo perder
porque si yo te pierdo, también me pierdo
MOLDES ALEJANDRA

Soneto















ERES UNA TORTURA LITERARIA
Me cuesta bastante hacer esto, quiero que lo sepas.
Me cuesta escribir estas líneas apretadas, y sin reglas.
Me cuesta hacer uso de una musa tan perfecta.
Te hablo a ti, señora.
No sabes cuanto me cuesta entenderte, tortura mía.
Eres de raíces fuertes en las palabras.
De muy buenas espinas, rosa, para dejar marcas.
Sí a ti mujer. la que esta hay por ser hoy el centro.
Sí a vos la de cabello gris ceniza.
La de vista firme, la de buena presencia.
Quiero decirte que eres mi tortura.
Una tortura que arrasa con lo poco que me queda.
Con lo mucho que quiero ser.
Espero ser hoy tu tortura, aunque sea unos minutos.
Como explicarlo y que no me duela.
Eres una tortura que me empuja a llegar al extremo de la cuerda infinita.
Eres una tortura en todos los ámbitos de mis palabras.
Estas preparada por los años en las aulas.
Se nota mucho en tus rasgos. y en tus manos.
Esas manos fuertes que sujetan el sonido.
De ojos como penetrantes espejos luminosos.
Eres una tortura literaria con palabra mayor.
A ti mi respeto por ser mi tortura.
A ti te hablo, señora.
Tortura que hoy se alejas y nos dejas.
Olvide decirte que no me llevas.
Tortura que tiene nombre de belleza.
No puedo describirte totalmente.
Porque quiero que me lleves.
Eres, no sé, como algo así inexplicable.
Que corto es el camino, que hemos recorrido.
Que poco es el tiempo compartido.
Que tristeza sentiré al no escucharte, en los pasillos.
Aun intento describirte y me supera.
Porque eres una tortura, y hoy seré yo tu tortura.
Y como no sé mucho de literatura.
Me valgo de las letras que te respetan.
Te diré lo que realmente no sé si quieres oír.
Lo que realmente no sé si esperas de mí.
Eres la mas linda, joya entre los libros.
Eres la más bella obra entre telones.
Eres la poesía más bella entre las letras.
Eres, tú la de años avanzados.
La que camina entre lo divino de sentimiento.
La que ama profundamente los libros.
La que me enseño un día.
La que me torturo con sus rimas.
Pero déjame decirte algo hoy aquí y ahora.
Por los años eres madre y guía.
Por los tiempos eres mas que una amiga.
Si ya encontré tu nombre flor sencilla.
Eres la consagrada por mi rima: la madre literatura.
Que en sus venas corre sangre en letras.
Y que has hecho recorrer el tiempo entre líneas.
Y sos para mí la más hermosa tortura literaria.
MOLDES ALEJANDRA

BESO INQUIETO




BESO INQUIETO



Como describir las particularidades de eso que siento
Sube desde mis pies reposa en mi pecho a veces
Fulmina mi alma desarma mi cuerpo
Recorre mi estomago haciendo mariposas en mi
Como describir esta sensación loca
Se apodera de los mas mínimos sentidos de mi cuerpo
Se posesiona de lo mas tierno de mi ser
Juega tanto con mi ser que surgen tantas sensaciones
Completa y totalmente estoy a punto de sonrojarme
Me vuelve tan frágil, prácticamente vulnerable
Aquí va de nuevo este bicho raro y loco dentro mío
Es hermoso quiere salir de mi pero no lo permito
Se siente tan bien cuando estoy por besarte y no lo hago
Mi corazón se acelera tanto y se siente vivo
Es mas que una maquina acelerada al máximo
Es adrenalina pura el tacto de tu aliento sobre mis labios
Que me asen desearte mas y mas
Comienzo a palpar con mis labios los tuyos
Pero no te beso, me gusta lo que siento
Puedo jugar mas con esta sensación
Pero tu impaciencia de tenerlo y sentirlo me lo robas
Cuanto mas aguantaría este beso inquieto encarcelado
Beso que después no sabe cuando debe parar
Surge de lo profundo a recorrer lo exterior de lo amado
Camina conquistando cada espacio despacio
Sabe dulce fresco y amargo a la vez
Pero en momentos se olvida que es solo eso un beso inquieto
Hace de mi el ser mas feliz cuando te beso
Y a veces se olvida que solo yo lo siento en secreto
Prohibido inquieto sencillo tierno beso
Hace tanto que esta dormido y lo extraño es cierto
Solo un beso hecho el pecado perfecto
Quiero sentir ese beso de nuevo lo necesito de nuevo
Hace tanto que mi corazón no late así
Extraño ese beso inquieto loco que despertaste en mi
Pero extraño sentir más el beso cuando te beso
Y tu aliento en beso impreso en estos versos de besos.
MOLDES ALEJANDRA

Mi cerro negro


Cerro Negro esta situado en el último rincón de la bella Catamarca, lo rodean dos rutas internacionales la 40 y 80, es de clima seco, y muy calurosa.
Esta sombra de pueblo, que es uno de los que pronto desaparecerá, tiene tres caminos el principal que divide al pueblo en dos, empieza en la ruta 40 viniendo por la quebrada de Belén y termina el una plazoleta; el segundo camino que se une al principal para la mano derecha, es el que se dirige al cementerio nuevo, por así decirlo y al final del camino principal se encuentra para la mano izquierda el tercer camino que se dirige al río y termina en la ruta 80.
Las casas son de adobe, los techos de caña y barro, las condiciones en que vive la gente, para el que se acostumbra y le gusta la aventura, le agua salada no le será inconveniente, pero para el que no esta acostumbrado tiene que ir a los pueblos vecinos para traer agua dulce ya sea a caballo o en vehículo. La gente se levantan a las 6 de la mañana para ir a trabajar en los rastrojos, así no los gana el caluroso sol al medio día, y por las noches refresca un poco y es lindo dormir afuera. La última vez que fui había solo 5 familias, la mujer con más años ahí tiene 98 años.
Hace muchos años esto era totalmente diferente a lo que hoy parece, un pueblo fantasma en ruinas. Un pueblo donde espero y ruego todos años poder volver, un pueblo lleno de fantasías que hasta el mismo silencio se puede oír en la tierra.
Durante época de clases solo se queda mi tío Chacho el mayor de los hermanos y en vacaciones se juntan todos los hijos de don NARCISO ALBARRACÍN, mi abuelo, que tiene 87 años.
Cuando era pequeña y aun la luz de mi vida vivía, mi abuela. Con mis primos solíamos sacar las camas afuera para dormir “bajo el techo de estrellas”, según mi abuela. Cuando todos estaban en la cama y después de escuchar la guitarra de mi abuelo que cantaba a mi abuela. Luego ella nos preparaba a todos para empezar a buscar entre las estrellas los mas fascinantes cuentos, mientras mi abuelo despacito traía el catre para acomodarse y escuchar. Una vez empezó así:

“Esta noche mi nieta mayor me pidió que les contara una leyenda que aun suena aun en la boca de algunos vecinos.
Hace mucho tiempo atrás cundo el ferrocarril pasaba por estas tierras y su abuelo trabajaba juntando leña, yo sabia ir junto con otras mujeres a cocinar para los peones, uno de esos días se oyó hablar de unas ollas de oro que aparecían en el campo.
Lleno estaba el pueblo de especulaciones, los comentarios se quedaron durante un largo tiempo. Cuando muchos se habían olvidado de esto, sucedió de nuevo…
Una mañanas cuando el primer grupo salía a buscar la leña encontró en el camino a una mujer que aparentaba estar muerta a la orilla del camino yendo a las chacras, cuando se acercaron se dieron cuenta de que estaba desmayada y por el estado en el que se encontraba parecía que había tenido algún de accidente, se volvieron dos peones en la carreta a dejarla en casa para que la cuidara y le curara las terribles heridas de su cuerpo con mis medicinas caseras, en ese tiempo yo era la que mas sabia de remedios y de curas. El hermano de la mujer la andaba buscando, trabajaba en las minas muy cerca de aquí, la daban como desaparecida desde hacia días, después de dos días de agonía despertó asustada y se aferraba con alma y vida al nudo de trapo que colgaba de su remera, que no quise tocar. La tuve que curar del susto, y al día siguiente se decidió a contarme lo que paso.
- Soy de Londres y es la primera vez que mamá me manda sola a ver a mi hermano en las minas, para dejarle comida, yo quise acortar camino por los cerros y me separe del grupo, en un momento me desubique y cuando quise volver desconocí el camino, todo me empezó a dar vueltas creo que fue el sol y tanto caminar sin dirección, el agua se me acabo, me senté a esperar que el sol se pierda un poco. Cuando bajo a lo lejos vi luces y decidí ir a ver si podía encontrar ayuda, cada vez que me acercaba eran mas pequeñas. Pensé que era gente que se alejaba lentamente, pero cuando me detenía, ella también se detenía, corrí mas fuerte. Cuando por fin las alcancé y mire lo que eran me sorprendí, tres vasijas de oro estaban ahí frente a mi, cada una pepitas de oro con colores distintos, saque un puñado de cada uno y los envolví en el borde de mi remera y le hice un nudo bien apretado y empecé a correr. En un momento me detuve a ver si aun seguían ahí y al darme vuelta ví la sombra del amigo, el diablo. las patas de cabra. unos cuernos en su cabeza. empecé a levantar la mirada y su figura horrorosa. su cola con una punta y cuando estaba por ver su rostro me golpeo y…”
Siempre que llegaba a ese punto de la historia se desmayaba por los nervios y el miedo.

Todos estábamos con los ojos bien abiertos esperando escuchar más. Y termino diciendo me regalo dos pepitas.

Nos dio su bendición y mamá le pidió que ya nos dejara dormir que a la mañana debíamos ayudar en los rastrojos para juntar el chañar y que ella quería algo de aceitunas para preparar para la noche, y la llevaron a dormir a ella también.

La melancolía de ir a Cerro ver a mi abuelo tocar su guitarra para el viento y los oídos de sus nietos ya grandes queriendo ser niños de nuevo, el hacho de no encontrarla me hace pensar a veces que esta esperando que yo mire al cielo y encuentre su rostro en las estrellas, cuente su historia y sus historias en esas noches bajo el techo de cielo.

MOLDES ALEJANDRA